A 250 km (156 millas) al sur de Lima se encuentra la península de Paracas, árida y desértica península, centro de una de las más notables zonas arqueológicas del Perú. La Reserva de Paracas, el mayor santuario de fauna silvestre de la costa, incluye las Islas Ballestas, a las que se llega en bote desde Paracas. Estas islas son el hogar de miles de aves marinas residentes o migratorias, muchas endémicas por la Corriente del Niño. Estas incluyen pelícanos, pájaros bobos, cormoranes, golondrinas y gaviotas que comparten su hábitat con manadas de lobos marinos y focas. En verano, los cóndores también son recuentes visitantes y los flamencos se detienen ocasionalmente en la bahía. Paracas y su encantador hotel son ideales para un descanso de fin de semana.

A una hora de Paracas, en auto por la carretera Panamericana, se llega a Ica, oasis de verdor y tierra del famoso pisco peruano. Ica, 310 km (194 millas) al sur de Lima, también alberga un fino museo arqueológico. Hacia el sur se encuentra Nazca, situada en un fértil valle irrigado por un acueducto prehispánico. Es una parada obligatoria para los visitantes de las famosas líneas y para los viajeros que van por carretera a Lima, Arequipa o Cusco.

Tierra de las famosas líneas preservadas por la Dra. Maria Reiche, estas enormes figuras geométricas y de animales gigantescos fueron grabadas en las desérticas arenas por los pobladores de Nazca hace 1500 años. Se ven mejor desde el aire, el sobrevuelo puede ser programado en Ica, Nazca o Lima..